Cómo elegir un buen disco duro externo adecuadamente

Cómo elegir un buen disco duro externo adecuadamente.

Cómo elegir un buen disco duro externo adecuadamente, se hace ahora importante, gracias a que los discos duros externos se han convertido en un periférico habitual en las configuraciones actuales de informática. De hecho, hay discos duros externos de tamaño portátil y que sólo necesitan un conector USB para funcionar. Otros, son discos duros que permiten la reproducción de archivos multimedia e incluso también el acceso remoto a través de tu red local / Wi-Fi.

Cómo elegir un buen disco duro externo según sus especificaciones

Si para tí es importante el almacenamiento de datos y contar con ella en cualquier sitio, debes pensar en cómo elegir un buen disco duro externo. En este sentido, debes conocer sus especificaciones para selecuionar el más adecuado. En casos extremos, de que esta decisión involucre la seguridad de tus datos y de tu empresa, siempre es bueno consultar con una empresa de recuperación de datos. Sin embargo, para las toma de decision cotidiana del día a día, aqui te damos algunos consejos sobre cómo elegir un buen disco duro externo adecuadamente.

A la hora de estudiar las especificaciones en la compra del nuevo disco duro externo, debemos pensar en su capacidad de almacenamiento, seleccionar entre un SSD y un HDD. Igualmente, seleccionar su velocidad de transferencia, portabilidad y durabilidad y, también en la seguridad,

 Cómo elegir un buen disco duro externo adecuadamente

La elección de un dispositivo se plantea complicada y para ello, la gente de Recovery Labs ha dejado constancia de una serie de recomendaciones a la hora de elegir un disco duro externo:

Lo primero que tenemos que hacer es respondernos unas cuantas preguntas que nos ayuden a determinar la finalidad de uso del disco duro. De este modo, elegiremos un dispositivo adaptado a nuestras necesidades reales. En caso contrario, no llevamos por el disco duro de oferta o el último modelo con funcionalidades que probablemente no utilizaremos. Por ejemplo, para cómo elegir un buen disco duro externo, debemos hacernos las siguientes preguntas:

  • ¿Necesitamos mucha capacidad o en realidad no solemos grabar muchos datos?
  • ¿Vamos a trasladar el disco de un sitio a otro o lo usaremos siempre en el escritorio de casa?
  • ¿Queremos compartir los datos en una red o es para nuestro uso personal?
  • ¿Necesitamos que el dispositivo sea especialmente rápido?
  • ¿Nos gustaría ver la información del disco desde la televisión?

Capacidad vs precio

Una de las características en las que más nos solemos fijar es la capacidad del dispositivo. Normalmente, tenemos la idea de “cuanto más grande mejor” o “es mejor que sobre a que falte”. Sin embargo, debemos preguntarnos si realmente necesitamos un disco duro de gran capacidad.

En este sentido y, siempre pensando en el futuro, estamos dispuestos a pagar un elevado importe por el disco duro de mayor capacidad del mercado. De esta forma, aseguramos que algún día necesitemos almacenar mucha más información. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la tendencia habitual del mercado del almacenamiento se caracteriza por la una reducción constante y progresiva de los precios de los dispositivos.

En este sentido, sería más recomendable optar por una alternativa más económica eligiendo un disco duro de una capacidad menor. Por supuesto, manteniemdo la adecuada necesidad real del momento. Para ello, debemos tener claro qué tipo de datos almacenaremos en el dispositivo ya que no todos los formatos de archivos ocupan lo mismo. Por ejemplo, las imágenes, vídeos o archivos de bases de datos ocupan mucho más espacio que los ficheros de texto.

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Capacidad a la hora de cómo elegir un buen disco duro externo

Otra cuestión importante, en relación con la capacidad, es la organización de la información que almacenaremos en el dispositivo. La tendencia más habitual, cuando se dispone de mucho espacio libre en el disco, es almacenarlo todo sin hacer selección de los contenidos realmente útiles. Nuestra obsesión por guardarlo todo (bautizada en ocasiones como el Síndrome de Diógenes digital) podría llegar a ser perjudicial.

Tener un disco duro con mucha información innecesaria ralentiza el proceso de realización de copias de seguridad. Además, dificulta la búsqueda de la información útil y, también, en caso de sufrir una pérdida de datos, podría hacer más laborioso y complejo el proceso de recuperación de la información.

El consejo de los técnicos: elige la capacidad adecuada a tus necesidades reales, ya que te permitirá adquirir dispositivos a precios más asequibles. Además, te obligará a organizar mejor la información verdaderamente importante.

Movilidad vs seguridad

Si lo que buscamos es un disco duro que nos permita trasladarlo fácilmente de un lado a otro guardado en la funda del portátil o del netbook, lo mejor es un disco duro de 2.5”. Este es el caso, de los que se incluyen normalmente los ordenadores portátiles. Estos dispositivos se alimentan y conectan por USB, son compactos y ligeros. Además, su reducido tamaño los convierte en los dispositivos perfectos para trasladar nuestros datos con facilidad.

Considerando que el hecho de mover o trasladar el disco le convierte en más propenso a recibir golpes o caídas, muchos fabricantes han diseñado modelos de discos duros con carcasas de materiales anti-deslizantes. Igualmente, estos discos duros son capaces de absorber las vibraciones ocasionadas por un golpe. Eso sí, es importante tener en cuenta que tanto este tipo de carcasas, como muchas otras carcasas estándar, impiden la correcta disipación del calor. En estos casos, ese calor generado por el disco duro cuando está en funcionamiento le resta fiabilidad al dispositivo.

Por todo ello, los técnicos recomiendan adquirir un disco duro de 2.5” para facilitar la movilidad. Sin embargo advierten que no es aconsejable utilizar este tipo de dispositivos para hacer copias de seguridad. Igualmente, advierten que tampoco es conveniente tenerlos conectados de forma prolongada al equipo.

Sin embargo, si lo que necesitamos es un disco duro que habitualmente permanecerá inmóvil y en el que almacenaremos nuestra información más valiosa, podemos optar por un disco duro de 3.5”, Esta opción es como los que suelen estar instalados en los ordenadores de sobremesa.

Este tipo de dispositivos pueden tener varios tipos de conectividad (USB, Red, Firewire…) y poseen cable de alimentación con transformador, es decir, no se alimentan a través del USB. Además, la mayoría de las carcasas que utilizan estos dispositivos permiten una mejor ventilación, garantizando la correcta refrigeración del disco duro.

Si nuestra principal preocupación reside en conseguir la máxima seguridad para nuestros datos, los técnicos aconsejan un dispositivo con varios discos duros de 3.5”. De este modo, permite la información almacenada, ofreciendo más garantías de recuperación en caso de que alguno de los discos fallara. El único inconveniente que presenta estos dispositivos es que requieren unos conocimientos informáticos un poco más avanzados.

Confidencialidad de la información al elegir un buen disco duro externo

Independientemente de si moveremos o no el dispositivo, si lo que nos preocupa es la confidencialidad de la información al elegir un buen disco duro externo, los técnicos sugieren adquirir un dispositivo con sistema de cifrado de datos. Actualmente existen en el mercado muchos dispositivos que presentan esa funcionalidad. Incluso, algunos dispositivos además de cifrar la información de forma lógica, requieren una autenticación física para acceder a los datos, como por ejemplo la huella dactilar del usuario.

Conectividad y funcionalidad

Además de la capacidad y el tamaño o tipo de dispositivo, debemos fijarnos en el tipo de conexión del disco duro para que se adapte a nuestras necesidades. La más habitual es el puerto USB, ya que es un tipo de conexión común a múltiples dispositivos informáticos. Entre las distintas posibilidades que ofrece la conexión USB, la más rápida y actual es la 3.0.

Por tanto, si necesitamos copiar rápidamente información en nuestro disco duro externo, los técnicos aconsejan elegir dispositivos con dicha conexión. Sin embargo, esto es válido siempre y cuando el equipo al que vayamos a conectar el dispositivo cuente con puertos USB de este tipo. De lo contrario, de nada nos servirá que el disco duro tenga una conexión rápida, si el equipo no está preparado para ello.

Si estamos interesados en compartir información con otros usuarios, los técnicos sugieren adquirir un dispositivo que permita conectarse en red (bien sea por RJ- 45 o de tipo inalámbrico o cualquir otro novedoso), para que podamos acceder a la información desde varios equipos. Utilizar este tipo de discos duros no es demasiado complejo, sólo necesitamos conectar el dispositivo al outer, situándolo cerca de él y elegir cómo queremos compartir los datos.

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Otra posibilidad es elegir un disco duro con conectividad por Firewire o i.Link (IEEE 1394), que es un estándar especialmente utilizado en dispositivos de la marca Apple y Sony. Sin embargo, dado que la velocidad de esta conectividad ya ha quedado superado por el USB  (el FireWire mas rápido permite una velocidad de 400 MB/s y el USB 3.0 de 600 MB/s). En este sentido, solo sería recomendable en el caso de tener un dispositivo que necesite este tipo de conexión.

Por último, si además de almacenar datos en nuestro dispositivo, estamos interesados en utilizarlo para ver contenido audiovisual, debemos elegir un disco duro multimedia. Este tipo de dispositivos generalmente cuentan con conexión USB para la escritura de datos. Además, se conectan a nuestro televisor, DVD, monitor o proyector mediante diversos tipos de conexión: desde la más nueva y de alta definición conocida como HDMI a los clásicos RCA o Euroconectores.

Si estamos interesados en ver imágenes o vídeo en alta definición, los técnicos aconsejan elegir un disco duro multimedia con conexión HDMI. Eso sí, es importante tener en cuenta que, como ocurría al hablar de la conexión USB 3.0, para aprovechar las ventajas de este tipo de conexión debemos contar con un monitor o televisor que permita la entrada de datos a través de un cable HDMI.

Asesoramiento en la selección de un buen disco duro externo

Hemos mencionados una serie de consejos para tenerlo en cuenta a la hora de la selección de un buen disco duro externo. Sin embargo, si esta decisión involucra la seguridad de tus datos, incluyendo la estabilidad de tu organización, deberías pensar también en el asesoramiento de un laboratorio de recuperación de datos disco duro.

Estas empresas cuentan con un personal altamente cualificado y las herramientas más modernas que garantizan completar una infraestructura de seguridad a tu sistema. Igualmente mantienen contacto con los fabricantes de software y partes y publican trabajos para asesorar a sus usuarios.

Uno de estos trabajos es “Cómo recuperar archivos borrados de un disco duro externo “, de la empresa OnRetrieval, en la cual se da consejos para la recuperación de datos borrados de un disco duro externo.

Estas empresas dentro de sus consejos en la selección del disco duro externo, recuerdan averiguar sobre la garantía extendida para fallos, cerciorarte sobre los nuevos accesorios, conexiones y cables y, enterarte de las unidades novedosas con el cable USB, conexiones a WiFi y otras novedades.

Fuente en parte en el medio Muy Computer

 

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